domingo, 20 de enero de 2008

Sábado

Érase una vez...

un día de la semana muy especial: el sábado.
Ese día en el que todo se desvanece... en el que levantarse no cuesta nada. Ese día en el que todo tiene importancia y a la vez carece de ella. "El sábado" ese día en el que las quinceañeras esperan expectantes en la puerta de los centros comerciales a que pase el guapito del instituto. El día de las tardes en el recreativo, del cine, las palomitas y del paseo por el lago. Esas tardes de empezar a arreglarse a las cuatro de la tarde porque fulanito suele aparecer a las 6 en la mesa de billar con los amigos.
Las tardes en que los niños pasean con los abuelos y esperan con impaciencia la piruleta. En el que los globos suben por los aires llenos de deseos.



Pero también es el día de las noches sagradas. Esas noches que aprovechas al máximo porque hasta la semana que viene no vas a tener otra igual. Esas noches que la gente puede saborear con tranquilidad lo que no han tenido durante la semana. Esas noches en las que no hace falta la lujuria ni la tequila para que sean especiales. Solo el toque de la buena compañía, de los imprevistos y de las buenas conversaciones...



LOVE IS STRONG
AND YOU´RE SO SWEET
YOU MAKE ME HARD
YOU MAKE ME WEAK
LOVE IS STRONG
AND YOU´RE SO SWEET
AND SOME DAY, BABE
WE GOT TO MEET

A GLIMPSE OF YOU
WAS ALL IT TOOK
A STRANGER´S GLANCE
IT GOT ME HOOKED
AND I FOLLOWED YOU
ACROSS THE STARS
I LOOKED FOR YOU
IN SEEDY BARS

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