jueves, 27 de octubre de 2011

COCINITAS: Información nutricional

Una de las cosas que me gustaría tener es la capacidad de llegar a casa, abrir la nevera, los armarios y con los ingredientes que encuentre ser capaz de hacer cualquier cosa rica y sana.
El hecho de mezclar ingredientes y por ello conseguir que no toda la comida me sepa igual o que siempre termine comiendo lo mismo es uno de mis retos personales. De momento, para conseguirlo, me limito a leer foros de comida, recetas y asombrarme algunas veces con la capacidad de creación que tienen ciertas personas.

Y normalmente, cuando buscas, puedes llegar a encontrar cosas tan curiosas como las que presento a continuación. Os dejo una serie de posters que creo que pueden ser muy interesantes y divertidos.

Estoy deseando pillar unos cuantos ingredientes y arreglármelas para conseguir una maravillosa pizza o un maravilloso pintxo como los que se proponen aquí.






martes, 25 de octubre de 2011

Un efecto retardado: "Tres colores: azul"



Es sorprendente el efecto que pueden llegar a producirme ciertas películas. Cuando vi "Tres colores: Azul" (1993) pensé que era un película lenta. No me pareció lo gran película que mucha gente considera. No entendía el revuelo que se organizó, allá por principios de los años 90. Era pequeña, pero recuerdo que la gente hablaba de ella y que me decían que debía de ser un poco más mayor para poder verla y entenderla.

Ahora creo que da igual la edad. Con que hayas sentido la pérdida de un ser querido, con que hayas sentido esa sensación de no tener fuerzas de levantarte de la cama, de querer quedarte sumergido o sumergida entre las sábanas, observando cómo se cuela la luz y tiñe todo de un color amarillo apagado, es suficiente para sentirla.


Repito, que nada más terminar de verla lo primero que pensé fue "¡qué lenta!". En resumen, es un conjunto de imágenes bien escogidas, unos cuantos retales de piezas musicales inacabadas y el descubrimiento de una gran actriz. Puede que por ella, más que por el argumento o la fotografía, sea por lo que en su época llamó tanto la atención. Juliette Binoche está perfecta e increíble. Creo que es la única actriz que sin la necesidad de articular palabra puede comunicarte todo lo que está sintiendo. Tiene una cara transparente al espectador y, además, consigue que sientas esa tristeza o alegría que emanan de sus ojos.

Después de levantarme del sillón un tanto molesta por "la decepción" vino, como yo lo llamo cuando me sucede, un efecto retardado. Me tiré una semana entera con la película en la mente y en el corazón. A veces me decía "¿pero cómo puede ser? ¡Si te decepcionó!". El caso es que muy de vez en cuando me acuerdo de la película y siento el deseo de volver a verla. Así que supongo que al final debo de considerar que es una buena película y que me gustó. E incluso, me atrevo a decir que me gustó mucho.

Lo que mas me impresionó: la escena del hospital en la que Juliette dice "no puedo" (no voy a revelar más para no contar demasiado. Quien la vea o la haya visto sabrá a que escena me refiero)

A ver si tengo suerte y encuentro por ahí las otras dos partes de la trilogía de los tres colores: "Blanco" y "Rojo".

lunes, 17 de octubre de 2011

NUEVA SECCIÓN... cocinitas: "Viva la vida!"

Eran las... 17:45. Estaba metida en la cama, sin tener una sola excusa para levantarme, cuando S me llama diciendo que el jefe le ha dejado tirado, que si me voy a tomar algo con él. Después de una parada en un centro comercial típico y aburrido me propone que ya es hora de que me lleve a "ese sitio vegetariano del que tanto te he hablado".

Ese sitio está en la calle Huertas número 57 (Madrid), se llama "VIVA LA VIDA!" y quien espere encontrar un restaurante de mesa y mantel, puede ir olvidándose. Es un sitio con encanto, "chiquito" y colorido; donde los reyes de la lechuga pueden ver saciadas sus expectativas... y los novatos en este arte culinario, donde no se encuentran las grasas animales, podemos probar platos sin invertir tiempo en cocinarlos y sin saber si esto a mi me va a convencer.

La cosa es sencilla: entras, coges una cajita de cartón, cubiertos y servilleta. Metes en la cajita la cantidad de comida que elijas, vas al mostrador, te lo pesan y te dicen cuánto les debes. Unos 100gr de comida equivalen a 2.10€. Sinceramente, para cenar está muy bien, porque sacias tu apetito y no te vas con una sensación pesada a la cama. Pero si vas a la hora de comer, a lo mejor te puede resultar un poco caro, porque tienes que coger más comida para terminar de saciarte. Después eliges entre comértelo en una pequeña barra que hay dentro, o te lo sacas a los bancos de la calle para disfrutar del sol y del buen tiempo.

Entre las cosas que probé estaba un tabulé exquisito y unas curiosas albóndigas con salsa mejicana. Las albóndigas estaban hechas de soja y otro vegetal que (gran error) ahora no recuerdo el nombre. Pero he de decir que al comerla estaba francamente buena y no eché de menos el regusto de la carne. Lo que no me gustó fue el pastel de berenjena (y eso que adoro a esta gordinflona de color morado). Me quedó por probar un guiso de setas que había, una ensalada de pasta y por supuesto, un montón de especias y semillas que te daban para elegir que yo no había visto en mi vida. ¡Ah! Y también probé la crepe que está hecha de "caviar" y otra de cebolla confitada con pimientos que estaba... uhmmmmmmmmm ¡para chuparse los dedos!

Mucha gente entraba y salía con la comida metida en bolsas, por lo que deduje que es típico eso de ir, pillar la comida y llevársela a casa. Vi mucha extranjera-mujer, mucha mujer-madura. S me comentó que sí que había observado (en sus múltiples viajes y tratos con gente extranjera) que había un alto porcentaje de mujeres-vegetarianas.

Dentro también se puede encontrar botes de comida ecológica, semillas, especias y camisetas con el logotipo del local, además de una decoración muy "cuca".

NOTA: también hay otro en la zona de La Latina (Costinilla de San Andrés, 16) más grande ;)

jueves, 6 de octubre de 2011

STEVE JOBS (1955-2011)




Discurso que Steve Jobs, CEO de Apple Computer y de Pixar Animation Studios, dictó el 12 de Junio de 2005 en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford.

“Tienen que encontrar eso que aman”

Me siento honrado de estar con ustedes hoy en su ceremonia de graduación en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca me gradué de una universidad. La verdad sea dicha, esto es lo más cerca que he estado de una graduación. Hoy deseo contarles tres historias de mi vida. Eso es. No es gran cosa. Sólo tres historias.

La primera historia se trata de conectar los puntos

Me retiré del Reed College después de los primeros 6 meses y seguí yendo de modo intermitente otros 18 meses o más antes de renunciar de verdad. Entonces ¿por qué me retiré?.

Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era joven, estudiante de universidad graduada, soltera, y decidió darme en adopción. Ella creía firmemente que debía ser adoptado por estudiantes graduados. Por lo tanto, todo estaba arreglado para que apenas naciera fuera adoptado por un abogado y su esposa; salvo que cuando nací, decidieron en el último minuto que en realidad deseaban una niña. De ese modo, mis padres que estaban en lista de espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntándoles: “Tenemos un niño no deseado; ¿lo quieren?”. Ellos dijeron “Por supuesto”.

Posteriormente, mi madre biológica se enteró que mi madre nunca se había graduado de una universidad y que mi padre nunca se había graduado de la enseñanza media. Se negó a firmar los papeles de adopción definitivos. Sólo cambió de parecer unos meses más tarde cuando mis padres prometieron que algún día yo iría a la universidad.

Luego a los 17 años fui a la universidad. Sin embargo, ingenuamente elegí una universidad casi tan cara como Stanford y todos los ahorros de mis padres de clase obrera fueron gastados en mí matrícula. Después de 6 meses yo no era capaz de apreciar el valor de lo anterior. No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y no tenía idea de la manera en que la universidad me iba a ayudar a deducirlo. Y aquí estaba yo, gastando todo el dinero que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. Así que decidí retirarme y confiar en que todo iba a resultar bien. Fue bastante aterrador en ese momento, pero mirando hacia atrás fue una de las mejores decisiones que tomé. Apenas me retiré, pude dejar de asistir alas clases obligatorias que no me interesaban y comencé a asistir irregularmente a las que se veían interesantes.

No todo fue romántico. No tenía dormitorio, dormía en el piso de los dormitorios de amigos, llevaba botellas de Coca Cola a los depósitos de 5 centavos para comprar comida y caminaba 11 kilómetros, cruzando la ciudad todos los domingos en la noche para conseguir una buena comida a la semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. La mayor parte de las cosas con que tropecé siguiendo mi curiosidad e intuición resultaron ser inestimables posteriormente. Les doy un ejemplo: en ese tiempo Reed College ofrecía quizás la mejor instrucción en caligrafía del país. Todos los afiches, todas las etiquetas de todos los cajones estaban bellamente escritos en caligrafía a mano en todo el campus. Debido a que me había retirado y no tenía que asistir a las clases normales, decidí tomar una clase de caligrafía para aprender. Aprendí de los tipos serif y san serif, de la variación de la cantidad de espacio entre las distintas combinaciones de letras, de lo que hace que la gran tipografía sea lo que es. Fue hermoso, histórico, artísticamente sutil de una manera en que la ciencia no logra capturar, y lo encontré fascinante.

Nada de esto tenía incluso una esperanza de aplicación práctica en mi vida. No obstante, diez años después, cuando estaba diseñando la primera computadora Macintosh, todo tuvo sentido para mí. Y todo lo diseñamos en la Mac. Fue la primera computadora con una bella tipografía. Si nunca hubiera asistido a ese único curso en la universidad, la Mac nunca habría tenido tipos múltiples o fuentes proporcionalmente espaciadas. Además, puesto que Windows sólo copió la Mac, es probable que ninguna computadora personal la tendría. Si nunca me hubiera retirado, nunca habría asistido a esa clase de caligrafía, y las computadoras personales no tendrían la maravillosa tipografía que tienen. Por supuesto era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en la universidad. Sin embargo, fue muy, muy claro mirando hacia el pasado diez años después. Reitero, no pueden conectar los puntos mirando hacia el futuro; solamente pueden conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tienen que confiar en que los puntos de alguna manera se conectarán en su futuro. Tienen que confiar en algo – su instinto, su destino, su vida, su karma, lo que sea. Esta perspectiva nunca me ha decepcionado, y ha
hecho la diferencia en mi vida.

La segunda historia es sobre amor y pérdida

Yo fui afortunado – descubrí lo que amaba hacer temprano en la vida. Woz y yo comenzamos Apple en el garage de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro y en 10 años Apple había crecido a partir de nosotros dos en un garage, transformándose en una compañía de US$2 mil millones con más de 4.000 empleados. Recién habíamos presentado nuestra más grandiosa creación – la Macintosh – un año antes y yo recién había cumplido los 30. Y luego me despidieron. ¿Cómo te pueden despedir de una compañía que comenzaste? Bien, debido al crecimiento de Apple contratamos a alguien que pensé que era muy talentoso para dirigir la compañía conmigo, los primeros años las cosas marcharon bien. Sin embargo, nuestras visiones del futuro empezaron a desviarse y finalmente tuvimos un tropiezo. Cuando ocurrió, la Junta del Directorio lo respaldó a él. De ese modo a los 30 años estaba afuera. Y muy publicitadamente fuera. Había desaparecido aquello que había sido el centro de toda mi vida adulta, fue devastador.

Por unos cuantos meses, realmente no supe qué hacer. Sentía que había decepcionado a la generación anterior de empresarios – que había dejado caer el testimonio cuando me lo estaban pasando. Me encontré con David Packard y Bob Noyce e intenté disculparme por haberlo echado a perder tan estrepitosamente. Fue un absoluto fracaso público e incluso pensaba en alejarme del valle. No obstante, lentamente comencé a entender algo – Yo todavía amaba lo que hacía. El revés ocurrido con Apple no había cambiado eso ni un milímetro. Había sido rechazado, pero seguía enamorado. Y así decidí comenzar de nuevo.

En ese entonces no lo entendí, pero sucedió que ser despedido de Apple fue lo mejor que podía haberme pasado. La pesadez de ser exitoso fue reemplazada por la liviandad de ser un principiante otra vez, menos seguro de todo. Me liberó para entrar en uno de las etapas más creativas de mi vida. Durante los siguientes cinco años, comencé una compañía llamada NeXT, otra compañía llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que se convirtió en mi esposa. Pixar continuó y creó la primera película en el mundo animada por computadora, Toy Story, y ahora es el estudio de animación más exitoso a nivel mundial. En un notable giro de los hechos, Apple compró NeXT, regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT constituye el corazón del actual renacimiento de Apple. Además, con Laurene tenemos una maravillosa familia. Estoy muy seguro de que nada de esto habría sucedido si no me hubiesen despedido de Apple. Fue una amarga medicina, pero creo que el paciente la necesitaba. En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No pierdan la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tienen que encontrar eso que aman. Y eso es tan válido para su trabajo como para sus amores. Su trabajo va a llenar gran parte de sus vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creen es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que hacen. Si todavía no lo han encontrado, sigan buscando. No se detengan. Al igual que con los asuntos del corazón, sabrán cuando lo encuentren. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de los años. Así que sigan buscando hasta que lo encuentren. No se detengan.

La tercera historia es sobre la muerte

Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo parecido a “Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto”. A mí me impresionó y desde entonces, durante los últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: “Si hoy fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?” Y cada vez que la respuesta ha sido “No” por varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo.

Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las grandes elecciones de mi vida. Porque casi todo – todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso – todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es realmente importante. Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Ya están desnudos. No hay ninguna razón para no seguir a su corazón.

Casi un año atrás me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un scanner a las 7:30 de la mañana y claramente mostraba un tumor en el páncreas. Yo ni sabía lo que era el páncreas.

Los doctores me dijeron que era muy probable que fuera un tipo de cáncer incurable y que mis expectativas de vida no superarían los tres a seis meses. Mi doctor me aconsejó irme a casa y arreglar mis asuntos, que es el código médico para prepararte para la muerte. Significa intentar decirle a tus hijos todo lo que pensabas decirles en los próximos 10 años, decirlo en unos pocos meses. Significa asegurarte que todo esté finiquitado de modo que sea lo más sencillo posible para tu familia. Significa despedirte.

Viví con ese diagnóstico todo el día. Luego al atardecer me hicieron una biopsia en que introdujeron un endoscopio por mi garganta, a través del estómago y mis intestinos, pincharon con una aguja mi páncreas y extrajeron unas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me contó que cuando examinaron las células en el
microscopio, los doctores empezaron a llorar porque descubrieron que era una forma muy rara de cáncer pancreático, curable con cirugía. Me operaron y ahora estoy bien.Fue lo más cercano que he estado a la muerte y espero que sea lo más cercano por unas cuantas décadas más. Al haber vivido esa experiencia, puedo contarla con un poco más de certeza que cuando la muerte era un útil pero puramente intelectual concepto: Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la Muerte es muy probable que sea la mejor invención de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, ustedes son lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, gradualmente ustedes serán viejos yserán eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es muy cierto.

Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas – es decir, vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencien su propia voz interior. Y más importante todavía, tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario.

Cuando era joven, había una asombrosa publicación llamada The Whole Earth Catalog, que era una de las biblias de mi generación. Fue creada por un tipo llamado Steward Brandno muy lejos de aquí en Menlo Park, y la creó con un toque poético. Fue a fines de los 60,antes de las computadoras personales y de la edición mediante microcomputadoras, por lo tanto, en su totalidad estaba editada usando máquinas de escribir, tijeras y cámaras polaroid. Era un tipo de Google en formato de edición económica, 35 años antes de que apareciera Google: era idealista y rebosante de hermosas herramientas y grandes conceptos.

Steward y su equipo publicaron varias ediciones del The Whole Earth Catalog, y luego cuando seguía su curso normal, publicaron la última edición. Fue a mediados de los 70 y yo tenía la edad de ustedes. En la tapa trasera de la última edición, había una fotografía de una carretera en el campo temprano en la mañana, similar a una en que estarían haciendo dedo si fueran así de aventureros. Debajo de la foto decía: “Manténganse hambrientos. Manténganse descabellados”. Fue su mensaje de despedida al finalizar. Manténganse hambrientos. Manténganse descabellados. Siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando se gradúan para empezar de nuevo, es lo que deseo para ustedes.

Permanezcan hambrientos. Permanezcan descabellados.

Muchas gracias.