lunes, 17 de agosto de 2009

Noches en la Avda de Bonn y un gran descubrimiento

Y así llegamos a 15 días para exámenes... y me llega el tembleque.

Mientras tanto, una sugerencia: descansar de los estudios viendo la saga de Kill Bill rodeada de buena compañía.

Todo empezó allá por Mayo, cuando A y yo deseábamos que terminasen los exámenes y ese maldito curso llamado "cuarto" que no deja indiferente a nadie. Y quedó pendiente una "tarde a lo Kill Bill" para recordarnos que las mujeres podemos con todo.

Entre ese día y el actual han pasado bastantes cosas. La maratón ha pasado a llamarse "pseudo-maratón" ante la imposiblidad de perder toda una tarde de estudios (así la denominó Parmacenda en el e-mail de invitación) , se ha apuntado más gente al evento y he vuelto a conocer a gente digna de mención.

La segunda vez que vi a L en persona fue detrás de la puerta de su casa, vistiendo pantalones azules a rombos y con una amplia sonrisa. Casi de inmediato me preguntó que si me gustaba la mermelada de tomate y yo a cambio le regalé una flor.
Me habían hablado de él, había estado en su cuarto, había visto fotos suyas, alguna que otra conversación por teléfono y le había divisado un día entre la gente del Metro. Y un "por fin" sonó en mi cabeza. La verdad es que fue un día bastante importante, porque después de tantas y tantas historias cruzadas, nunca nos habíamos visto cara a cara.
Confirmó la regla "de tal palo, tal astilla" pero hay que decir que con bastantes diferencias. Y no, no defraudó... a pesar de que a veces pienso que miente respecto a su edad. Ganará un Oscar/Goya, nos casaremos y me dará una casa para que viva con Adrovsky (sí, es un poco raro, pero hay que oir toda la historia para que suene "bien") :-P

Días después llegó Kill Bill y nos volvimos a reunir después de bastante tiempo F&O, A (por supuesto), Parmacenda y L. Eché en falta a Lolole y Adrovsky. Pero bueno, lo pasamos muy bien.

Lo malo: que hasta el sábado no hay segunda parte y que A se tuviese que ir tan pronto.
Hasta que llegue ese día de momento tengo un montón de pelis prestadas de Woody Allen, que no sé si me dará tiempo a ver.

Hoy he ido a un centro comercial... y mientras me miraba en un espejo ha sonado esta canción:





Agradecimientos especiales a Parmacenda y L por dejarme dormir dos horas en su casa de la Avda de Bonn, por las agradables veladas, la bola del 8 y que si en algún momento resulté molesta que lo disimulasen tan bien.

Nota: no he hablado de Kill Bill en el sentido de "crítica hacia la película". Queda pendiente.

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