martes, 13 de septiembre de 2011

El final de un libro, el comienzo de la soledad


ROSA MONTERO - "Lágrimas en la lluvia"

Ayer, antes de que diesen las doce de la noche, me quedé sola. Desde hace poco más de un mes, me levantaba cada mañana acompañada de Bruna. Casi automáticamente aparecía en mi mente su frase "cuatro años, tres meses...", como si ese pensamiento a la hora de levantarme fuese también mío, aunque yo no tenga tan contados los días.

Y es que sumergirme en el Madrid futurista que Rosa Montero ha creado para nosotros, ha sido una gran experiencia. Lo peor era cuando, llegando a mi parada, tenía que bajar del metro y por ello abandonar mi lectura. Dejaba a Bruna sola en el futuro, esperando una respuesta. Me habría gustado traspasar las páginas y gritarle desde un lugar remoto "no te preocupes, vendré a buscarte lo antes posible y te acompañaré en el camino". 
Y es que a veces me sorprendía, secando los cacharros de mi antigua cocina contemporánea, pensando en ella y en su mundo. Un mundo que me parecía tan real como el mío, enigmático y completamente lógico (hablando desde un punto de vista científico) Me han encantado las grandes ideas que propone el libro. Cómo transforma Madrid y describe los lugares por los que paseo a diario, dándoles un cambio en las costumbres, la arquitectura y los viandantes. Podría poner un montón de ejemplos, pero sino, no habría sorpresa para aquellos que todavía no han disfrutado de sus páginas. Porque lo que a mi me enganchaba, aparte de la propia historia, es descubrir la forma de vida futurista que propone. Los nuevos cacharros, los nuevos problemas sociales, las mascotas, la ropa, los tatuajes, ese mundo creado y que al fin y al cabo ya es propio de cada lector. Esa es la magia de los libros, que aunque el autor te describa el mundo que ha creado, al final tú con tu mente colocas un florero donde te ha dado la gana, un farolillo que hace en tu mente la calle un poco más lúgubre y termina siendo también tuyo. En mi caso, Madrid siempre estaba nublada, a punto de llover... oscura y enigmática. Un absoluto placer.

Al igual que Bruna, que con sus pensamientos, acciones y problemas me ha cambiado. Puede que mucha gente compare a Bruna con esa criatura sueca llamada Lisbeth Salander. Sí, puede que en algo se le parezca. En la fuerza, la independencia y en la soledad. Pero no sé si porque en el fondo es un personaje más rico o porque a mi me ha pillado en una determinada época, a Bruna la siento más. Es más mía. Puede que porque si ella se levantaba de la cama, yo también. Puede que porque si ella comía, yo también. No lo sé.

Solo sé que ayer, ella, se fue. Terminé de perseguirla. Y me he quedado en la mas absoluta soledad. Lo bueno de esto es... que siempre puedo empezar de nuevo las páginas y rememorar esos momentos que pasamos juntas.

1 comentario:

Ana Campoy dijo...

Lo bueno de esto es que... es la primera parte de una trilogía (lo ha dicho la propia Montero). Así que aunque la espera se te haga larga, siempre te quedará la esperanza de que Bruna volverá con una nueva aventura.

PD: Estoy deseando leerlo.