lunes, 17 de octubre de 2011

NUEVA SECCIÓN... cocinitas: "Viva la vida!"

Eran las... 17:45. Estaba metida en la cama, sin tener una sola excusa para levantarme, cuando S me llama diciendo que el jefe le ha dejado tirado, que si me voy a tomar algo con él. Después de una parada en un centro comercial típico y aburrido me propone que ya es hora de que me lleve a "ese sitio vegetariano del que tanto te he hablado".

Ese sitio está en la calle Huertas número 57 (Madrid), se llama "VIVA LA VIDA!" y quien espere encontrar un restaurante de mesa y mantel, puede ir olvidándose. Es un sitio con encanto, "chiquito" y colorido; donde los reyes de la lechuga pueden ver saciadas sus expectativas... y los novatos en este arte culinario, donde no se encuentran las grasas animales, podemos probar platos sin invertir tiempo en cocinarlos y sin saber si esto a mi me va a convencer.

La cosa es sencilla: entras, coges una cajita de cartón, cubiertos y servilleta. Metes en la cajita la cantidad de comida que elijas, vas al mostrador, te lo pesan y te dicen cuánto les debes. Unos 100gr de comida equivalen a 2.10€. Sinceramente, para cenar está muy bien, porque sacias tu apetito y no te vas con una sensación pesada a la cama. Pero si vas a la hora de comer, a lo mejor te puede resultar un poco caro, porque tienes que coger más comida para terminar de saciarte. Después eliges entre comértelo en una pequeña barra que hay dentro, o te lo sacas a los bancos de la calle para disfrutar del sol y del buen tiempo.

Entre las cosas que probé estaba un tabulé exquisito y unas curiosas albóndigas con salsa mejicana. Las albóndigas estaban hechas de soja y otro vegetal que (gran error) ahora no recuerdo el nombre. Pero he de decir que al comerla estaba francamente buena y no eché de menos el regusto de la carne. Lo que no me gustó fue el pastel de berenjena (y eso que adoro a esta gordinflona de color morado). Me quedó por probar un guiso de setas que había, una ensalada de pasta y por supuesto, un montón de especias y semillas que te daban para elegir que yo no había visto en mi vida. ¡Ah! Y también probé la crepe que está hecha de "caviar" y otra de cebolla confitada con pimientos que estaba... uhmmmmmmmmm ¡para chuparse los dedos!

Mucha gente entraba y salía con la comida metida en bolsas, por lo que deduje que es típico eso de ir, pillar la comida y llevársela a casa. Vi mucha extranjera-mujer, mucha mujer-madura. S me comentó que sí que había observado (en sus múltiples viajes y tratos con gente extranjera) que había un alto porcentaje de mujeres-vegetarianas.

Dentro también se puede encontrar botes de comida ecológica, semillas, especias y camisetas con el logotipo del local, además de una decoración muy "cuca".

NOTA: también hay otro en la zona de La Latina (Costinilla de San Andrés, 16) más grande ;)

jueves, 6 de octubre de 2011

STEVE JOBS (1955-2011)




Discurso que Steve Jobs, CEO de Apple Computer y de Pixar Animation Studios, dictó el 12 de Junio de 2005 en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford.

“Tienen que encontrar eso que aman”

Me siento honrado de estar con ustedes hoy en su ceremonia de graduación en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca me gradué de una universidad. La verdad sea dicha, esto es lo más cerca que he estado de una graduación. Hoy deseo contarles tres historias de mi vida. Eso es. No es gran cosa. Sólo tres historias.

La primera historia se trata de conectar los puntos

Me retiré del Reed College después de los primeros 6 meses y seguí yendo de modo intermitente otros 18 meses o más antes de renunciar de verdad. Entonces ¿por qué me retiré?.

Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era joven, estudiante de universidad graduada, soltera, y decidió darme en adopción. Ella creía firmemente que debía ser adoptado por estudiantes graduados. Por lo tanto, todo estaba arreglado para que apenas naciera fuera adoptado por un abogado y su esposa; salvo que cuando nací, decidieron en el último minuto que en realidad deseaban una niña. De ese modo, mis padres que estaban en lista de espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntándoles: “Tenemos un niño no deseado; ¿lo quieren?”. Ellos dijeron “Por supuesto”.

Posteriormente, mi madre biológica se enteró que mi madre nunca se había graduado de una universidad y que mi padre nunca se había graduado de la enseñanza media. Se negó a firmar los papeles de adopción definitivos. Sólo cambió de parecer unos meses más tarde cuando mis padres prometieron que algún día yo iría a la universidad.

Luego a los 17 años fui a la universidad. Sin embargo, ingenuamente elegí una universidad casi tan cara como Stanford y todos los ahorros de mis padres de clase obrera fueron gastados en mí matrícula. Después de 6 meses yo no era capaz de apreciar el valor de lo anterior. No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y no tenía idea de la manera en que la universidad me iba a ayudar a deducirlo. Y aquí estaba yo, gastando todo el dinero que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. Así que decidí retirarme y confiar en que todo iba a resultar bien. Fue bastante aterrador en ese momento, pero mirando hacia atrás fue una de las mejores decisiones que tomé. Apenas me retiré, pude dejar de asistir alas clases obligatorias que no me interesaban y comencé a asistir irregularmente a las que se veían interesantes.

No todo fue romántico. No tenía dormitorio, dormía en el piso de los dormitorios de amigos, llevaba botellas de Coca Cola a los depósitos de 5 centavos para comprar comida y caminaba 11 kilómetros, cruzando la ciudad todos los domingos en la noche para conseguir una buena comida a la semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. La mayor parte de las cosas con que tropecé siguiendo mi curiosidad e intuición resultaron ser inestimables posteriormente. Les doy un ejemplo: en ese tiempo Reed College ofrecía quizás la mejor instrucción en caligrafía del país. Todos los afiches, todas las etiquetas de todos los cajones estaban bellamente escritos en caligrafía a mano en todo el campus. Debido a que me había retirado y no tenía que asistir a las clases normales, decidí tomar una clase de caligrafía para aprender. Aprendí de los tipos serif y san serif, de la variación de la cantidad de espacio entre las distintas combinaciones de letras, de lo que hace que la gran tipografía sea lo que es. Fue hermoso, histórico, artísticamente sutil de una manera en que la ciencia no logra capturar, y lo encontré fascinante.

Nada de esto tenía incluso una esperanza de aplicación práctica en mi vida. No obstante, diez años después, cuando estaba diseñando la primera computadora Macintosh, todo tuvo sentido para mí. Y todo lo diseñamos en la Mac. Fue la primera computadora con una bella tipografía. Si nunca hubiera asistido a ese único curso en la universidad, la Mac nunca habría tenido tipos múltiples o fuentes proporcionalmente espaciadas. Además, puesto que Windows sólo copió la Mac, es probable que ninguna computadora personal la tendría. Si nunca me hubiera retirado, nunca habría asistido a esa clase de caligrafía, y las computadoras personales no tendrían la maravillosa tipografía que tienen. Por supuesto era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en la universidad. Sin embargo, fue muy, muy claro mirando hacia el pasado diez años después. Reitero, no pueden conectar los puntos mirando hacia el futuro; solamente pueden conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tienen que confiar en que los puntos de alguna manera se conectarán en su futuro. Tienen que confiar en algo – su instinto, su destino, su vida, su karma, lo que sea. Esta perspectiva nunca me ha decepcionado, y ha
hecho la diferencia en mi vida.

La segunda historia es sobre amor y pérdida

Yo fui afortunado – descubrí lo que amaba hacer temprano en la vida. Woz y yo comenzamos Apple en el garage de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro y en 10 años Apple había crecido a partir de nosotros dos en un garage, transformándose en una compañía de US$2 mil millones con más de 4.000 empleados. Recién habíamos presentado nuestra más grandiosa creación – la Macintosh – un año antes y yo recién había cumplido los 30. Y luego me despidieron. ¿Cómo te pueden despedir de una compañía que comenzaste? Bien, debido al crecimiento de Apple contratamos a alguien que pensé que era muy talentoso para dirigir la compañía conmigo, los primeros años las cosas marcharon bien. Sin embargo, nuestras visiones del futuro empezaron a desviarse y finalmente tuvimos un tropiezo. Cuando ocurrió, la Junta del Directorio lo respaldó a él. De ese modo a los 30 años estaba afuera. Y muy publicitadamente fuera. Había desaparecido aquello que había sido el centro de toda mi vida adulta, fue devastador.

Por unos cuantos meses, realmente no supe qué hacer. Sentía que había decepcionado a la generación anterior de empresarios – que había dejado caer el testimonio cuando me lo estaban pasando. Me encontré con David Packard y Bob Noyce e intenté disculparme por haberlo echado a perder tan estrepitosamente. Fue un absoluto fracaso público e incluso pensaba en alejarme del valle. No obstante, lentamente comencé a entender algo – Yo todavía amaba lo que hacía. El revés ocurrido con Apple no había cambiado eso ni un milímetro. Había sido rechazado, pero seguía enamorado. Y así decidí comenzar de nuevo.

En ese entonces no lo entendí, pero sucedió que ser despedido de Apple fue lo mejor que podía haberme pasado. La pesadez de ser exitoso fue reemplazada por la liviandad de ser un principiante otra vez, menos seguro de todo. Me liberó para entrar en uno de las etapas más creativas de mi vida. Durante los siguientes cinco años, comencé una compañía llamada NeXT, otra compañía llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que se convirtió en mi esposa. Pixar continuó y creó la primera película en el mundo animada por computadora, Toy Story, y ahora es el estudio de animación más exitoso a nivel mundial. En un notable giro de los hechos, Apple compró NeXT, regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT constituye el corazón del actual renacimiento de Apple. Además, con Laurene tenemos una maravillosa familia. Estoy muy seguro de que nada de esto habría sucedido si no me hubiesen despedido de Apple. Fue una amarga medicina, pero creo que el paciente la necesitaba. En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No pierdan la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tienen que encontrar eso que aman. Y eso es tan válido para su trabajo como para sus amores. Su trabajo va a llenar gran parte de sus vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creen es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que hacen. Si todavía no lo han encontrado, sigan buscando. No se detengan. Al igual que con los asuntos del corazón, sabrán cuando lo encuentren. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de los años. Así que sigan buscando hasta que lo encuentren. No se detengan.

La tercera historia es sobre la muerte

Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo parecido a “Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto”. A mí me impresionó y desde entonces, durante los últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: “Si hoy fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?” Y cada vez que la respuesta ha sido “No” por varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo.

Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las grandes elecciones de mi vida. Porque casi todo – todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso – todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es realmente importante. Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Ya están desnudos. No hay ninguna razón para no seguir a su corazón.

Casi un año atrás me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un scanner a las 7:30 de la mañana y claramente mostraba un tumor en el páncreas. Yo ni sabía lo que era el páncreas.

Los doctores me dijeron que era muy probable que fuera un tipo de cáncer incurable y que mis expectativas de vida no superarían los tres a seis meses. Mi doctor me aconsejó irme a casa y arreglar mis asuntos, que es el código médico para prepararte para la muerte. Significa intentar decirle a tus hijos todo lo que pensabas decirles en los próximos 10 años, decirlo en unos pocos meses. Significa asegurarte que todo esté finiquitado de modo que sea lo más sencillo posible para tu familia. Significa despedirte.

Viví con ese diagnóstico todo el día. Luego al atardecer me hicieron una biopsia en que introdujeron un endoscopio por mi garganta, a través del estómago y mis intestinos, pincharon con una aguja mi páncreas y extrajeron unas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me contó que cuando examinaron las células en el
microscopio, los doctores empezaron a llorar porque descubrieron que era una forma muy rara de cáncer pancreático, curable con cirugía. Me operaron y ahora estoy bien.Fue lo más cercano que he estado a la muerte y espero que sea lo más cercano por unas cuantas décadas más. Al haber vivido esa experiencia, puedo contarla con un poco más de certeza que cuando la muerte era un útil pero puramente intelectual concepto: Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la Muerte es muy probable que sea la mejor invención de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, ustedes son lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, gradualmente ustedes serán viejos yserán eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es muy cierto.

Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas – es decir, vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencien su propia voz interior. Y más importante todavía, tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario.

Cuando era joven, había una asombrosa publicación llamada The Whole Earth Catalog, que era una de las biblias de mi generación. Fue creada por un tipo llamado Steward Brandno muy lejos de aquí en Menlo Park, y la creó con un toque poético. Fue a fines de los 60,antes de las computadoras personales y de la edición mediante microcomputadoras, por lo tanto, en su totalidad estaba editada usando máquinas de escribir, tijeras y cámaras polaroid. Era un tipo de Google en formato de edición económica, 35 años antes de que apareciera Google: era idealista y rebosante de hermosas herramientas y grandes conceptos.

Steward y su equipo publicaron varias ediciones del The Whole Earth Catalog, y luego cuando seguía su curso normal, publicaron la última edición. Fue a mediados de los 70 y yo tenía la edad de ustedes. En la tapa trasera de la última edición, había una fotografía de una carretera en el campo temprano en la mañana, similar a una en que estarían haciendo dedo si fueran así de aventureros. Debajo de la foto decía: “Manténganse hambrientos. Manténganse descabellados”. Fue su mensaje de despedida al finalizar. Manténganse hambrientos. Manténganse descabellados. Siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando se gradúan para empezar de nuevo, es lo que deseo para ustedes.

Permanezcan hambrientos. Permanezcan descabellados.

Muchas gracias.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Lo imprescindible de un todo: todo


Sé que la Navidad anda todavía muy lejos, pero debido a que con frecuencia aparecen en mi mente escenas de la película de la que voy a hablar, se me hacía irresistible desahogarme.

"The Family Stone" (título erróneamente traducido al español como "La joya de la familia"), nos habla de una familia de 5 hermanos. Todo comienza cuando el primogénito lleva a pasar esas Navidades a su impecable novia de Nueva York (Sarah Jessica Parker). Como cabeza de familia está una espléndida Diane Keaton, de largas faldas y curiosa taza de café, cuyos comentarios jocosos no dejan la tarea fácil a la recién llegada. Si a ello se le añade una hermana pequeña maliciosa (interpretada por Rachel McAdams cuyo papel le va al dedillo), una oveja negra llamada Luke Wilson y algún que otro secreto familiar... la maravilla está servida.

La película es para echarse unas risas y unas lágrimas. Pero, por favor, ni se trata de una película de risa fácil y tonta, ni tampoco de un dramón de clínex e hipo. Ante todo, que quede claro, es una BUENA película que saca a relucir todos los estados de ánimo. ¿Comedia romántica? No. ¿Drama? Tampoco.

Además, una de las cosas que más me gusta, es que cada uno de los personajes se hace imprescindible para entender al resto. Cada uno tiene una historia, una influencia en la familia por lo que les hace imprescindibles. Pues, ¿acaso no son así las familias? Es decir, un grupo de personas en el que si falta alguna de ellas, el resto deja de tener sentido.

Esta película me gusta porque, entre otras cosas, refleja muy bien esa filosofía. La filosofía de que a las familias las hacen así los padres, pero además las hacen así los hijos que "han tocado".

Lo malo de todo, que creo que pasó inadvertida en las salas y posiblemente pase inadvertida si alguna vez la ponen en la televisión. Todo el mundo pensará que es "la típica cinta navideña" y no se darán cuenta de que aquí hay algo más. Por eso me conformo con que gracias a esta entrada a alguien le suene que alguna vez oyó hablar de ella y que entendió que era muy buena.

Preciosa... en serio... preciosa.


(Gracias a mi tía Belén por sugerírmela)

jueves, 22 de septiembre de 2011

Con 10 años de retraso


Tenía 15 años cuando mi madre me mandó IMPERATIVAMENTE a la cama una noche de domingo. Bajo la excusa de que al día siguiente tenía que madrugar y que "esta película me parece demasiado violenta para ti", subí las escaleras resignada y acabé sentada en mi cama, cagándome en toda la ética existente contra la visualización de sangre y disparos en una película. Pero si ya había visto Terminator 2 ¿qué leches me estaba contando?

Al día siguiente, mi madre se levantó y su comentario fue "¡lo que te perdiste ayer! ¡Cómo moló la película!". En ese momento, la odié... imperativamente.

Con el transcurso de los años, cada vez que se visualizaba alguna escena o imagen de "Abierto hasta el amanecer" mi madre comentaba un "¡Cómo mola esa película!" y yo volvía a odiarla desde mi asiento.

Sin embargo, el domingo pasado, yo, como el ave fénix, resurgí de mis cenizas. A las 22 horas se proyectaba en mi televisor la película e IMPERATIVAMENTE exigí su visualización. Esta vez no me iban a engañar.

Como era de esperar, no me defraudó. Me pareció absolutamente divertida, violenta, ácida y fantástica. Bestia, original y con un maravilloso reparto. Un recién estrenadito en el cine George Clooney, un freak-de-horrible-corte-de-pelo Tarantino y una "niña-mujer" Juliette Lewis. Sin olvidar a Harvey Keitel y el personaje de Salma Hayek que le dio la fama (no sé por qué, pero creo que la chica se estrenó como monumento sexual y a mi todavía sigue sin parecérmelo)


Lo malo de todo esto es que debido a los 10 años de retraso que llevo, ha habido tiempo para que me hablasen de la película y para enterarme de todas las sorpresas que contiene. Si en su día, me hubiesen dejado verla, supongo que lo habría flipado más. Aún así, entiendo por qué es considerada un clásico.

martes, 13 de septiembre de 2011

El final de un libro, el comienzo de la soledad


ROSA MONTERO - "Lágrimas en la lluvia"

Ayer, antes de que diesen las doce de la noche, me quedé sola. Desde hace poco más de un mes, me levantaba cada mañana acompañada de Bruna. Casi automáticamente aparecía en mi mente su frase "cuatro años, tres meses...", como si ese pensamiento a la hora de levantarme fuese también mío, aunque yo no tenga tan contados los días.

Y es que sumergirme en el Madrid futurista que Rosa Montero ha creado para nosotros, ha sido una gran experiencia. Lo peor era cuando, llegando a mi parada, tenía que bajar del metro y por ello abandonar mi lectura. Dejaba a Bruna sola en el futuro, esperando una respuesta. Me habría gustado traspasar las páginas y gritarle desde un lugar remoto "no te preocupes, vendré a buscarte lo antes posible y te acompañaré en el camino". 
Y es que a veces me sorprendía, secando los cacharros de mi antigua cocina contemporánea, pensando en ella y en su mundo. Un mundo que me parecía tan real como el mío, enigmático y completamente lógico (hablando desde un punto de vista científico) Me han encantado las grandes ideas que propone el libro. Cómo transforma Madrid y describe los lugares por los que paseo a diario, dándoles un cambio en las costumbres, la arquitectura y los viandantes. Podría poner un montón de ejemplos, pero sino, no habría sorpresa para aquellos que todavía no han disfrutado de sus páginas. Porque lo que a mi me enganchaba, aparte de la propia historia, es descubrir la forma de vida futurista que propone. Los nuevos cacharros, los nuevos problemas sociales, las mascotas, la ropa, los tatuajes, ese mundo creado y que al fin y al cabo ya es propio de cada lector. Esa es la magia de los libros, que aunque el autor te describa el mundo que ha creado, al final tú con tu mente colocas un florero donde te ha dado la gana, un farolillo que hace en tu mente la calle un poco más lúgubre y termina siendo también tuyo. En mi caso, Madrid siempre estaba nublada, a punto de llover... oscura y enigmática. Un absoluto placer.

Al igual que Bruna, que con sus pensamientos, acciones y problemas me ha cambiado. Puede que mucha gente compare a Bruna con esa criatura sueca llamada Lisbeth Salander. Sí, puede que en algo se le parezca. En la fuerza, la independencia y en la soledad. Pero no sé si porque en el fondo es un personaje más rico o porque a mi me ha pillado en una determinada época, a Bruna la siento más. Es más mía. Puede que porque si ella se levantaba de la cama, yo también. Puede que porque si ella comía, yo también. No lo sé.

Solo sé que ayer, ella, se fue. Terminé de perseguirla. Y me he quedado en la mas absoluta soledad. Lo bueno de esto es... que siempre puedo empezar de nuevo las páginas y rememorar esos momentos que pasamos juntas.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Y el regreso llegó.

Parece ser que el 7 de Noviembre podremos disfrutar del album entero.

¡Ya hay un adelanto!

Nueva vida... para mí, nuevo disco... ¡para mi!


lunes, 25 de julio de 2011

Esperando su regreso

Hace casi un año que hablé por primera vez de Florence + the Machine. Aunque su primer y único trabajo fue editado en el 2009, creo que es el mejor disco que he escuchado en 2010.

Ante la necesidad de escuchar canciones nuevas de esta mujer, me he liado a buscar conciertitos por internet y he re-descubierto esta MARAVILLA de actuación que se llevó a cabo el año pasado en el Festival de Glastonbury. En ella, Florence interpretó algunas de sus canciones más famosas (buscad la que pertenece a "Dog Days are Over" y veréis como la cantante no puede aguantarse las ganas de llorar y su exquisita forma de celebrarlo) y algunas versiones de otros artistas como Fleetwood Mac.

Pongo aquí la fabulosa versión de "Rabbit Heart" y de su aportación al mundo de los cover con "The Chain" y "Strangeness and charm"... IMPRESIONANTE... a fé que sí.






domingo, 24 de julio de 2011

Espejos


Hace escasamente una hora, mi espejo favorito se ha roto. Tenía ese espejo desde hacía veinte años. Venía en un estuche de maquillaje, era de color rojo, redondo, perfecto. Se ha caído del lavabo y se ha hecho añicos. Mi padre ha venido a ver qué había pasado ante tal estruendo y al ver que era solo un espejo se ha retirado casi al momento añadiendo un "ten cuidado al recogerlo, no te vayas a cortar". Yo sin embargo, me he quedado sentada en la taza del water mirándolo durante unos cuantos minutos.

En seguida, ha venido a mi cabeza el momento en el que me lo regalaron, la de viajes que hemos compartido juntos, la de veces que me he mirado las imperfecciones de la piel, los pelos que no deberían de estar ahí, la perfecta raya de ojos conseguida... y he descubierto que ese espejo sabía todos mis horribles secretos, pero también a veces me aportaba una visión casi perfecta de mi aspecto. Era el primero en verme por la mañana, él último en mirarme por la noche. Y ahora parece que nos hemos despedido. Yo desde mi asiento y él desde el suelo, con la cara desfigurada.

Y todo ello acompañado de "back to black" de Amy Winehouse; la chica de 27 años que nos dejó ayer. Tenía el pelo negro, cardado y los ojos pintados con una enorme raya negra. Era una mujer de delgados brazos, de piernas con tacones, de faltas de leopardo y de horrible dentadura. Pero también era la mujer que subía al escenario tropezándose, la que acusaron de no saberse sus propias letras, la que bebía, fumaba y se drogaba. La que parecía meter el centro de rehabilitación en el neceser de la maleta... junto a, posiblemente, un espejo parecido al mío.

Puede que Amy, también se dedicase en algún momento del día, a observarse en su propio espejo redondo, rojo y perfecto. Puede que él, al igual que el mío, supiese realmente por qué Amy se comportaba así o, mejor dicho, cómo se sentía Amy para hacer lo que hacía. Tengo razones para pensar que Amy se sentía triste y desgraciada. Sola en un mundo repleto de fans y de flashes de fotógrafos. Puede que su espejo no fuese tan bueno como el mío y nunca le dejase ver la belleza más escondida que ella tenía. Porque Amy era bella a pesar de todo. Era bella porque podía crear y transmitir, era bella porque podía cantar dos discos que nunca serán olvidados.

¿Y qué fue entonces de esa relación tan parecida a la mía? Hoy, yo observaba como mi espejo me miraba desde el fondo, tumbado en el suelo, con la cara hecha añicos... Ayer, puede que el espejo de Amy llorase, mientras observaba la bella cara que él sabía que ella tenía, tendida en el suelo de su casa de Londres.


viernes, 22 de julio de 2011

El canto de los extraterrestres


La primera vez que escuché a U2 no llegaba a los... 7 años.
Mi tío Manolo se había trasladado a vivir a Alicante y allí que fuimos 6 personas en un coche de 5 plazas (un BX blanco, ese tipo de coches que ya no se fabrican... de esos que duran y duran... de esos con suspensión asistida)
Con la ayuda del radiocassete, avanzábamos por la carretera de Valencia hacia un par de semanas de piscina y playa. Mientras, un disco:

1993 - U2 - "Zooropa"


Este, junto con el incomprendido "Pop", el primer disco que conocí del grupo irlandés. Me gustan todas las canciones, absolutamente TODAS, y es por esto por lo que para mí, es de lo mejor que tiene esta gente.

Recuerdo perfectamente como mi hermana, al poner la cinta ya cayendo la tarde, me dijo "¡escucha la primera canción! Es como si cantasen extraterrestres" y justo esta frase bastó para que yo no me apartase de los altavoces, haciendo oídos sordos a las conversaciones que circulaban entre los asientos del automóvil.

Creo que aproximadamente una vez cada mes y medio tengo que escuchar "Stay", porque los 5 primeros segundos aparecen en mi cabeza... y hasta que no me pongo los cascos, no soy capaz de "escuchar" otra cosa. Con ya mi conocida afición a la música electrónica, es natural que "Numb" y "Lemon" sean las canciones que estaba deseando que llegasen. Resulta realmente gratificante "aguantar" toda la cinta hasta que vuelves a oír el comienzo. "Y pon... rebobina hasta la del limón"

Destaco el tema interpretado por Johnny Cash, el estribillo de "Dirty Day" y la gran desventaja: que solo sean 10 temas los que completan el disco. Si alguien quiere oír algo parecido, que escuche el anterior, "Achtung Baby", considerado el primer hermano gemelo de éste.

martes, 19 de julio de 2011

Un llamamiento a la esperanza

Entre tantas subidas y bajadas de bolsas, tantos políticos que se mueven dando círculos, tanto joven (y no tan joven) manifestándose por tener un futuro y no una mierda pinchada en un palo (prestado)... parece que alguien quiere abrazarnos y darnos un poco de esperanza.

Ya hace bastante tiempo que fui a ver la última película de Woody Allen y todavía me meto como una loca en los enlaces de periódicos o páginas web que hablan de ella. Y es que la película, aunque parece hecha para culturetas literarios, no hace más que provocarnos un suspiro, darnos una palmadita en la espalda y susurrarnos al oído un "¡ánimo!" tan necesario en estos tiempos de crisis.



Lamento que las personas se sitúen ante la cartelera y pronuncien la típica frase de "yo no voy a ver una película de Woody Allen". Mi pregunta entonces es: "¿por qué?", bueno, mejor dicho: "¿¡¡POR QUÉ!!?" No se dan cuenta de que están perdiendo la maravillosa oportunidad de salir de nuevo a la calle con consuelo en su corazón, no con una amplia sonrisa al estilo salida-del-cine-después-de-ver-Amelie, pero sí con una esperanza, unas ganas de disfrutar del mundo que nos ha tocado vivir; porque a pesar de crisis, de política, del paro, del desconcierto, la dejadez y la amargura, hay cosas bonitas y maravillosas que son propias de nosotros mismos y que nadie más va a tener.

Así que por favor, puede que ustedes vayan obligados al cine a ver "otra de Woody Allen", pero ruego que por lo menos, no quiten la oportunidad de sentir esa esperanza de la que hablo a la pareja que les acompaña.