miércoles, 26 de enero de 2011

El arte que surgió en el siglo XX

Hace un tiempo me fue imposible ir a una interesante exposición.


Era de Francesca Woodman, una fotógrafa que a los 22 años, después de una depresión, decidió acabar con su vida lanzándose desde una ventana de Manhattan, contribuyendo así al mito del artista depresivo, genial y creativo.

Hoy he descubierto que se ha realizado una película documental de 82 minutos de duración sobre la obra de Francesca y de su familia (también artistas)

Rebuscando información sobre Woodman y su obra (trabajo que ya había realizado cuando me preparaba para una posible visita a la exposición de Madrid) me he dado cuenta de un detalle tonto, insignificante pero curioso.

Hoy "he descubierto" que en el siglo XX se creó una nueva forma de hacer arte, dejando a parte el cine. Si bien en los siglos anteriores los músicos, escritores y pintores eran considerados los artistas; creo que es lícito decir que los fotógrafos son los artistas (y científicos) propios del siglo XX. Y me he maravillado durante los últimos minutos con lo geniales que pueden resultar algunas ideas.

Es totalmente cierto que cada fotógrafo, al igual que cada músico o pintor, en definitiva, al igual que cualquier artista, tiene un estilo propio. Muchas veces, sobre todo en la pintura, he visto cosas nuevas. He descubierto a gente muy original y que ha realizado cosas que nunca antes se habían visto. Y aquí viene la diferencia del concepto. Un artista puede tener una forma personal de crear, pero muy pocos crean algo nuevo, DIFERENTE a lo que antes se ha hecho. Lo que se llama en definitiva, crear un nuevo género, tener una idea brillante.

Solo quiero que echéis un vistazo a la siguiente fotografía:

Como veis, no es "solo una fotografía", son fotografías unas metidas dentro de las otras. Es de un fotógrafo llamado Duane Michals y me parece una idea brillante.

¿Y la siguiente?

Sally Mann nos propone un ambiente casi fantasmagórico para retratar a niñas que posan y miran como mujeres.

Evidentemente, juntamos a Francesca, a Duane y a Sally y vemos que cada uno tiene su estilo, pero ellos en conjunto forman un movimiento artístico propio dentro de la fotografía.

Dentro de todos los ámbitos artísticos, creo que la fotografía es al que tengo más respeto. Considero que hay que tener audacia, rapidez de movimientos, conceptos mecánicos, científicos es decir, muchas cosas para llegar a ser un buen fotógrafo. Y a veces siento mucha envidia. Me he puesto, lo he intentado, pero me ha resultado tan difícil que casi me he dado por vencida. Es por esto por lo que creo que hay que considerar la fotografía como un arte más y de los que es muy difícil triunfar.

martes, 25 de enero de 2011

Insomnia - Hysteria

Hoy... es muy apropiado. Jajajajaja.



miércoles, 19 de enero de 2011

La soledad de los números primos

Me habían dicho "cienes y cienes" de veces que tenía que leerme este libro. Así que ante tanta insistencia, que por fin habían sacado una edición de bolsillo (amarillo pollo, por cierto) y con la sensación de que era el momento adecuado para leerlo, lo tomé entre mis manos y lo abrí.

Me gustó mucho la forma de contar las cosas. No te dice expresamente lo que pasa, solo lo intuyes. Y es esa sensación lo que me mantenía en vilo, porque como no te lo dicen a las claras, tienes la curiosidad de que si lo que se te está pasando por la cabeza es la realidad o simplemente una impresión.

Poco a poco se te van aclarando las ideas y vas descubriendo sensaciones que te son bastante familiares. Recomiendo su lectura, sobre todo por la forma de contar las cosas y porque me parece bastante interesante. No creo que sea un libro "obra maestra", de esos que sobrevivirán al paso de los siglos con la denominación de "clásico", pero sí que me ha parecido extraordinario para un escritor novel y me ha parecido muy novedosa la forma de contar las cosas.

La acción transcurre en Italia, en una ciudad de la que no se conoce el nombre (hecho que a mi entender hace que el libro tenga aún más encanto), donde viven dos seres atípicos pero que en los días en los que nos ha tocado vivir no es tan extraño que puedan existir realmente. En cuanto a la "soledad", no creo que el autor haya sabido lo que es en su vida. Realmente los protagonistas se sienten solos porque ellos quieren, no porque no tengan la posibilidad de sentirse acompañados, pues gente que les quiere tienen mas que suficiente.

Puede que la trama me haya gustado sobre todo por la oscuridad de los dos protagonistas, pero hablando fríamente creo que en el fondo se comportan como dos niños mimados. Me ha enganchado, he disfrutado, pero hay un "no se qué" que no me termina de convencer; y puede que eso sea debido al final.

Es un libro para discutir su argumento y es por esto por lo que animo a leerlo (a parte de porque no se puede dejar) A ver qué me cuentan los que ya han pasado por sus líneas

viernes, 14 de enero de 2011

Lamb vol.1: "Lamb"

Era la primavera del 2004, cuando yo lo único que hacía era estudiar para terminar el bachillerato y prepararme la selectividad, me pasaba horas y horas en mi habitación, con la ventana abierta y respirando el aire de una primavera que yo no iba a disfrutar al aire libre.
Así que lo que hice fue buscarme sonidos que me sacasen fuera y me llenasen de fuerza: "un poco más y será tuyo"
Esa primavera está marcada por Sneaker Pimps (de los que ya he hablado) y por Lamb.

Gracias a este dúo, del que lamento enormemente que sólo tengan 4 discos, el estudiar física y matemáticas me parecía un placer. El fin del instituto estaba cada vez más cerca y eso me llenaba de alegría.

Lou Rhodes y su compañero crearon un ambiente propio dentro del trip hop gracias a la voz de ésta. Todo el mundo ha escuchado "Gabriel", pero no muchos se han atrevido a ir más allá.

1996 - Lamb - "lamb"


Y la primera joya que nos entregaron fue una obra maestra de 6:50 minutos llamada "Gorecki". Simplemente voy a dejar esta muestra y creo que ya os va a picar el gusanillo.




Por último añadir, que por casualidad, Lamb ha vuelto a sonar alrededor de mi y me siento muy feliz por ello; pues se presentan cambios importantes y nuevas aficiones de las que espero sacar un buen provecho y me es muy grato descubrir que su música sigue provocando en mi las mismas sensaciones.

miércoles, 12 de enero de 2011

Los dos discos de la Navidad


Hoy voy a presentar dos discos que me han llegado al corazón estas Navidades.

Tengo la “mala” costumbre de que cuando las cosas no están saliendo como a mí me gustarían, entretengo mi tiempo cambiando los muebles de mi habitación de sitio o incluso pintando paredes de un nuevo color o añadiéndoles manchas de animalitos. Parece que haciendo eso es como que doy un giro a las cosas y por lo menos “pides” que las cosas cambien.

Durante el proceso de redecoración de estas Navidades he escuchados dos discos. Los guardaré con infinito cariño dentro de mí ya que me recordarán por siempre a estas Navidades tan extrañas.

2008 – Vicky Cristina Barcelona Soundtrack

El primero fue esta banda sonora original de la película de Woody Allen. Dado que yo recordaba sus imágenes, si pudiese darle un color a este disco sería el amarillo. La sensación de calor que dan esos sonidos tan españoles es incomparable. Además me parece un disco muy divertido y que abre una puerta muy amplia para empezar a escuchar a gente como Paco de Lucía. Es muy agradable de escuchar por ejemplo cuando estás haciendo las tareas domésticas. No cantas, pero casi.

2008 – Melissa Laveaux – “Camphor & Copper”

La muchacha es haitiano-canadiense y en este album nos canta en inglés y en francés. “Needle in the hay” es una canción dulce y misteriosa, con un estribillo muy pegadizo y la primera que disfruté. Me recuerda a discos como el que hizo Lou Rhodes (de la que ya hablaré un día), donde la base es la guitarra acústica y que parece que están grabados en la cabaña del bosque donde te tienes que buscar la vida para crear el resto de sonidos. La voz es un poco desgarrada; pero es perfecto para ponerlo de fondo en la típica reunión entre amigos. Además “My boat” constituye otra de las joyas a descubrir.

Ojalá estos discos puedan darle a alguien tanto calor, amor y esperanza como me han dado a mí estas Navidades. Han sido una forma muy dulce de empezar el año.

martes, 4 de enero de 2011

Creo que NO se me está yendo la olla


¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!

Ya ha empezado oficialmente el 2011. Eso significa que es un nuevo año, con los clásicos nuevos propósitos y una nueva década. Ya hemos tenido un eclipse de Sol y una nueva clase de Yoga. Y llegados a este punto yo tengo que explotar y recopilar datos para hacer un resumen aquí, porque muy señores míos, creo, que me estoy volviendo yogui.

Ya he hablado de mi experiencia con el Yoga no hace mucho y desde entonces se han ido sucediendo más clases y he ido ampliando mis conocimientos gracias a la experiencia. Lo primero que puedo decir es que solamente he obtenido beneficios y un único problema (que desvelaré al final, ¡¡Chan chan!!) Por supuesto, todo lo que digo a continuación puede entrar a debate.

Empecemos con los beneficios.

Para empezar he descubierto que el Yoga, a parte de un deporte, se le puede considerar una filosofía de vida. El practicante de Yoga (también llamado yogui) no solo hace una serie de estiramientos para mantener su cuerpo en forma, sino también lleva metido en su ser un concepto muy particular de la vida. Durante los 15 primeros minutos de mis clases he ido adquiriendo una serie de ideas que dan qué pensar y que además me han servido en mi vida diaria... y ¡oh, sí! me han hecho mas feliz.

Para empezar, cada uno es como es. Primer principio fundamental: aceptarte como eres, con tus limitaciones. El yoga se practica con los ojos cerrados porque no hace falta que mires a tu compañero. No importa que tu compañero llegue más lejos que tu en los estiramientos. Si tu solo llegas hasta ahí... pues acéptalo. Ya llegarás mas lejos la próxima vez. Con un poco de trabajo, al final se consigue.

Segunda lección: "cuando aprendas a aceptar en lugar de esperar, te llevarás menos decepciones" La cosa es complicada de entender, pero en cierto modo lleva razón. Se supone que si aceptas las cosas tal y como vienen, al final terminas siendo más feliz. Lo que nos lleva a la

Tercera lección: "CORAJE para las cosas que quieres cambiar y que se pueden cambiar y SERENIDAD para las que no podemos." Con esto se demuestra que el Yoga no es una filosofía pasiva, ya que anima a que luches por las cosas que quieres cambiar en tu vida y que es posible cambiarlas y (aplicando la segunda lección) aceptes con serenidad esas cosas que no pueden ser cambiadas.

Cuarta lección: "elimina drásticamente tus apegos hacia las personas y las cosas" Y aquí yo dije "¡¡un momento!! ¿Qué es esto? ¿Esto no es acaso falta de Humanidad? Si no hay apego, no hay pasión por luchar por la gente. Yo tengo apego por ejemplo por mis padres" A lo que mi gurú me responde: "tu no debes de tener apego por nada ni nadie. El apego te impide continuar. Tu tienes cariño, amor, hacia tus padres. Pero como bien sabes, si tus padres fallecen sigues adelante. Nada te tiene que impedir que tu sigas con tu vida si esa cosa desaparece"

Después de esto y de otros muchos detalles de las clases que guardo para mi, he descubierto que tengo un poco más de paz con mi vida diaria. No es que haya dejado de tener problemas, ni que haya encontrado de repente un coraje fuera de lo normal que me haga lanzarme al vacío sin que me importen las consecuencias; simplemente he entrado en un estado un poco de "a ver cómo van llegando las cosas y ya iremos capeando el temporal si es que éste llega" Y la verdad... descubro que por primera vez tengo más ganas de vivir el día a día que de preocuparme del futuro.

Y aquí llegó el gran momento. El momento en el que desvelo cual es el mayor problema del Yoga. No es más que últimamente tengo el impulso de meterme en todas las tiendas de Natura que veo por la calle y de sustituir mi negro habitual por los colores del arco iris. Y con esto pues el bolsillo se resiente y la puntualidad de llegar a los sitios, ya que ¡no puedes evitarlo! ¡Hay un Natura delante de ti! Vaya tontería ¿verdad? Pero ¡creedme! Es un problema

La siguiente lección será desarrollada en la clase de la semana que viene. Pero puedo ir adelantando su enunciado: "nosotros mismos no somos medias naranjas, somos naranjas enteras" Promete ¿verdad?

viernes, 31 de diciembre de 2010

Adios 2010

Y un año mas los finalistas son:

01. Graeme Revell - I Felt Nothing
02. Simply Red - Remembering The First Time
03. Lady Gaga - Telephone [Ft.Beyonce]
04. Najwa - Sexy Light
05. David Guetta - Memories_(featuring_kid_cudi)
06. Goldfrapp - A&E
07. Mattafix - Living Darfur
08. Mecano - Los Amantes
09. Enrique Iglesias & Pitbull - I Like It
10. Roisin Murphy –You Know Me Better
11. Devendra Banhart - Carmensita
12. Shakira - Waka Waka
13. Extremoduro - Primer Movimiento El Sueño
14. Florence + the machine - Dog Days Are Over
15. Justin Bieber feat Jaded Smith - Never Say Never
16. Rihanna - Only Girl (in the world)
17. Yannick Noah - ca me regarde
18. Tori Amos - Cornflake girl (tales of libraria version)
19. Michael Sambello - maniac
20. Crystal Castles - year of silence


El año empezó con encontronazos sorprendentes y pérdidas muy queridas. Una vez mas la niñez y la adolescencia parecían desvanecerse (I felt nothing) Poco a poco se fue animando con la esperanza de un nuevo renacer (Remembering the first time) Coincidiendo con un exitazo musical (Telephone) llegó una nueva tanda de salidas con los amigos que hizo que el año no pasase en soledad absoluta.

Se sucedieron muchos helados y castillos de arena (Sexy Light) durante un viaje a San Sebastián y se volvió con ánimos (Memories) para intentar finiquitar asuntos pendientes y volver a agarrar con fuerza las piscinas municipales (A&E)

El calor prematuro de la primavera trajo grandes descubrimientos (Living Darfur) y noches de insomnio (los amantes) Y finalmente, el verano trajo la celebración del final de la carrera (I like it) y un sentimiento de “ahora o nunca agarremos el toro por los cuernos” (you know me better)
Pero el 2010 también trajo el esperadísimo concierto de IAMX y la gran noche del 10 de Julio cuando conocí en persona a Devendra Banhart. La filosofía de aquella semana (Carmensita) ya es un clásico entre mis conocidos. Iniesta marcó el gol que nos dio la victoria… y otros también lo hicieron (waka waka) Entonces fue cuando comenzó un verano de conocer gente nueva, barrios nuevos (primer movimiento: el sueño) y de esa artista femenina que da fuerzas aunque todo esté de color negro (dog days are over) Y fue un verano de salidas, bailes y de que pareciese que todo era posible (never say never)

Pero con la llegada del otoño había que bajar de nuevo a la tierra. Entonces fue cuando se escucharon sonidos nuevos (only girl in the world) con los que sentirse identificados. Un viaje femenino (ca me regarde) que me hizo unir a gente que yo creía que jamás conseguiría unir y que además dio salida a recordar viejas lecciones (cornflake girl) que nunca deben de ser olvidadas.


Y por último, el 2010 me ha dado un lugar nuevo donde expandir el cuerpo y la mente (maniac) y la esperanza de que aun queda algo de mi misma, entre tanto año de locura (year of silence).



Mejor canción del 2010: Lady Gaga ft Beyoncé – “Telephone”



Mención MUY ESPECIAL a Florence + the Machine y su “Dog days are over” porque, en complemento con “Telephone”, ha podido sacar lo mejor de mi misma; aunque no ha llegado tan alto.

Grandes descubrimientos: Goldfrapp, Florence + the Machina, Roisin Murphy, Mattafix y Crystal Castles
Lo mejor visto: “Origen” de Christopher Nolan
El mejor nuevo sabor: berenjenas a la miel

Porque el año que viene sea más y mejor.




jueves, 16 de diciembre de 2010

Ya era hora, ¡coño!

Y es que desde la amada Florence + The Machine yo no descubría nada nuevo... y lo que es peor ¡¡nada nuevo en cuanto a electrónica se refiere!!

Y no hay cambios... y la música toda me suena igual... y todo es la misma mierda de siempre, que suena en las mismas emisoras. Y te metes en un círculo en el que te da pereza encender tu mp3 porque no hay nada nuevo que descubrir. No hay música nueva, con recuerdos nuevos que explorar.

Hasta hoy...

Me llamó la atención la portada y una colaboración que tienen con Robert Smith (el líder de The Cure). Son de Canadá. Están locos. Son electrónicos. Son duros. Son un chico y una chica. Son oscuros y luminosos a la vez. Son innovadores. Son sexys. Son desconocidos... pero sobretodo... SON NUEVOS.

2010 - Crystal Castles - Second Album

El primer disco de esta gente estaba hecho con los sonidos de las consolas de los 80. Y es que me recuerdan TAAAANTO a IAMX (los cuales vuelven a España el 29 de Abril ¡¡BIEEEEEN!!)
Y la canción con Robert Smith es absolutamente bestial.

Me ha sorprendido muy gratamente el comienzo del álbum: chillidos desconsolados, maldad absoluta para dejar paso mas tarde a Celestica, o lo que es lo mismo, la esperanza de algo nuevo que bailar, escuchar y cantar (momento en el que me recuerdan mucho a ese grupo que descubrí en primero de carrera llamado Lali Puna, de los que un día debería de hablar)

Y entonces llega Year of Silence a despertarnos del letargo. De esas canciones que reproduces constantemente porque una sola escucha te ha sabido a poco. Canon perfecto, rematado con arreglos a lo David Guetta mezclado con el Depeche Mode más oscuro. Para volverse loco, ¡vamos!

Y Vietnam... Y Pap Smear...
Mezclemos pues a Planet Funk con los graves que se meten en tus huesos, los sonidos a consola de Plaid, demos oscuridad típica de IAMX, dulzura a lo Lali Puna y renovación a lo Sigur Ros... Sí, son ellos.
La pena, que esta gente no suene en las discotecas mundiales.
La alegría, que yo los haya descubierto.
¿Y tu? ¿A qué esperas?






jueves, 9 de diciembre de 2010

Chicas trabajadoras


Lo mejor que pude hacer ayer fue ver “Armas de Mujer” (título original “Working girl”). Esta peli la vi en mi más tierna infancia, cuando teníamos Canal+ en la casa de la abuela y podíamos grabar películas con el vídeo.

En ella una Melanie Griffith subidita de peso (en relación a los figurines actuales de la gran pantalla) guapa, dulce y preciosa, ve como un día todo su futuro se desmorona. ¿Y qué hace? Pues arriesgar el todo por el todo.

La película se puede ver desde varios puntos de vista. Si pillas el mensaje de que uno en la vida debe de conseguir ser un tiburón de las finanzas, que eso de quedarte como secretaria, es lo peor de lo peor, la película no te gustará nada. Pero si en vez de verla con esos ojos, decides que lo que realmente te está contando es la historia de una chica que se ha sacado el título en la escuela nocturna, que vale mucho en su trabajo y que por el hecho de no haber estudiado en Harvard ya se le considera un ser inferior y que un día decide plantarse y “saltarse las reglas” para conseguir su objetivo profesional (aunque este sea convertirse en una tiburona), la película llega a gustarte bastante. Y si ya decides que lo que estás viendo es una película sobre una mujer que no se rinde ante nada, que aunque todo le sale mal, no para de luchar, se convierte en una de tus favoritas.

Completa el reparto principal un Harrison Ford muy bien elegido. Las partes cómicas de este personaje no tienen precio (“¿le apetece una última copa?”) Y si ya nos fijamos en la mala malísima Sigourney Weaver, haciendo de repija de la Quinta Avenida, que le va el papel como anillo al dedo; evidentemente puedes pasar un buen rato.

Pero, como pasa en estas películas, siempre hay un personaje que se le puede llegar a considerar “el diamante en bruto”. Es esa Cyn, la mejor amiga del personaje de Griffith, interpretada por Joan Cusack, la que llega hacer las delicias del espectador cuando aparece. Las sombras de ojos, el peinado ochentero y su “a veces, canto y bailo en ropa interior y eso no me convierte en Madonna. Jamás lo seré” hacen que cada vez que aparezca sepas que se avecina una escena memorable.

Y para terminar, siempre quedará esa canción “Let the river run” para escuchar en cualquier parte y que creo que nunca pasará de moda.



miércoles, 1 de diciembre de 2010

El pintalabios de Christy Turlington. Paso 2: Prueba Experimental

Comencé mi clase de yoga con los pulmones esperándome en la puerta. Creo que literalmente me dijeron “por hoy ya hemos tenido bastante, sigue tu. Cuando termines y pases por aquí, recógenos y nos vamos a casa.”

Y puedo entender que la gente al practicar Yoga necesite creer en algún Dios. No porque la gurú (de unos 40 y pico años, aspecto de lo más normal, más cerca de una madre que de una diosa de la flexibilidad) empiece a darte la charla de que con el yoga podemos llegar a estar más cerca de él (todo lo contrario); sino porque después de haber hecho 4 veces el saludo al Sol, estás más cerca de la muerte que de la vida y piensas que más vale que haya alguien esperándote en el otro lado y que pueda recogerte en brazos para cruzar las puertas del cielo, porque evidentemente tú, por tus propios medios, no vas a poder. Yo creo que hasta empecé a tener alucinaciones debido a lo oxigenado que llegas a tener el cuerpo con tanta respiración profunda.

Porque ante todo, en el yoga, lo que haces es respirar (y eso que, recordemos, yo me había dejado los pulmones en la puerta) Sin desvelar mucho el misterio diré que el yoga es un conjunto de posturas (o ansanas) que lo que hacen es estirar y desentumecer (si te dejas y haces caso a tu gurú cuando te dice “relaaaaaaaaax”) cada uno, repito… CADA UNO de los músculos de tu cuerpo.

Después de llevar en el cuerpo una clase de “medio pilates” y otra de flamenco (como era mi caso, de ahí que mis pulmones se negasen a una tercera sesión de ejercicio) y te dicen que hagas la asana del “zapatero o mariposa” y que deberías de tocar el suelo con la frente, te puedo asegurar que aunque no tengas nada de flexibilidad lo consigues, ya que tu cuerpo cae a plomo y te parece la postura más cómoda del mundo. ¡¡Pero si realmente no estás haciendo ningún esfuerzo!! Simplemente consiste en dejarte caer hacia adelante con las piernas ligeramente flexionadas.

Por último, desentumecida, estirada y muerta, llega el momento en el que te tapas con una manta (literal) y te acurrucas como un bebé. En ese momento comienza la meditación y relajación, donde debes de dejar tu mente en blanco. Yo, en vez de dejar mi mente al vacío, lo que hice fue suplicar porque mis pulmones siguiesen en su sitio y que nadie cogiese los míos por error a la salida. En cuanto a las piernas, ya era tarde, se habían desperdigado por la habitación o directamente, habían salido huyendo de la sala.

Pero bromas aparte, me gustó. Mi gurú (¡oh! ¡qué profesional queda!) no es una loca sectaria que quiere que empiece a creer en Dios, es una madre que lo que quiere es que te “aceptes a ti mismo y con tus limitaciones” y que cada movimiento que hagas en la vida sea “con mucho amoooooor, con mucho amoooooor”. Y por supuesto finalizó con La Palabra. Esa palabra mencionada tantas veces en los textos que hablan sobre el yoga. (Para los que lo estéis deseando durante la meditación sí que dijo lo del “ohmmmmm” pero no me refiero a ESA palabra) La Palabra…

Concretamente lo que dijo fue “y durante esta semana, vamos a ser felices. Vamos a dejar que la felicidad nos inunde, porque la felicidad es un sentimiento que se tiene si uno lo deja entrar”

No sé si desde ayer yo me noto más feliz pero lo que sí que me ha quedado claro es que estiramientos, bonitas palabras y un pintalabios de color nocilla-frambuesa son lo que el cuerpo necesita, al menos, para pasar un buen rato (y tener unas agujetas de morirse al día siguiente)

Sí... yo me uno... yo continuo. Yo recomiendo el yoga.