viernes, 31 de diciembre de 2010

Adios 2010

Y un año mas los finalistas son:

01. Graeme Revell - I Felt Nothing
02. Simply Red - Remembering The First Time
03. Lady Gaga - Telephone [Ft.Beyonce]
04. Najwa - Sexy Light
05. David Guetta - Memories_(featuring_kid_cudi)
06. Goldfrapp - A&E
07. Mattafix - Living Darfur
08. Mecano - Los Amantes
09. Enrique Iglesias & Pitbull - I Like It
10. Roisin Murphy –You Know Me Better
11. Devendra Banhart - Carmensita
12. Shakira - Waka Waka
13. Extremoduro - Primer Movimiento El Sueño
14. Florence + the machine - Dog Days Are Over
15. Justin Bieber feat Jaded Smith - Never Say Never
16. Rihanna - Only Girl (in the world)
17. Yannick Noah - ca me regarde
18. Tori Amos - Cornflake girl (tales of libraria version)
19. Michael Sambello - maniac
20. Crystal Castles - year of silence


El año empezó con encontronazos sorprendentes y pérdidas muy queridas. Una vez mas la niñez y la adolescencia parecían desvanecerse (I felt nothing) Poco a poco se fue animando con la esperanza de un nuevo renacer (Remembering the first time) Coincidiendo con un exitazo musical (Telephone) llegó una nueva tanda de salidas con los amigos que hizo que el año no pasase en soledad absoluta.

Se sucedieron muchos helados y castillos de arena (Sexy Light) durante un viaje a San Sebastián y se volvió con ánimos (Memories) para intentar finiquitar asuntos pendientes y volver a agarrar con fuerza las piscinas municipales (A&E)

El calor prematuro de la primavera trajo grandes descubrimientos (Living Darfur) y noches de insomnio (los amantes) Y finalmente, el verano trajo la celebración del final de la carrera (I like it) y un sentimiento de “ahora o nunca agarremos el toro por los cuernos” (you know me better)
Pero el 2010 también trajo el esperadísimo concierto de IAMX y la gran noche del 10 de Julio cuando conocí en persona a Devendra Banhart. La filosofía de aquella semana (Carmensita) ya es un clásico entre mis conocidos. Iniesta marcó el gol que nos dio la victoria… y otros también lo hicieron (waka waka) Entonces fue cuando comenzó un verano de conocer gente nueva, barrios nuevos (primer movimiento: el sueño) y de esa artista femenina que da fuerzas aunque todo esté de color negro (dog days are over) Y fue un verano de salidas, bailes y de que pareciese que todo era posible (never say never)

Pero con la llegada del otoño había que bajar de nuevo a la tierra. Entonces fue cuando se escucharon sonidos nuevos (only girl in the world) con los que sentirse identificados. Un viaje femenino (ca me regarde) que me hizo unir a gente que yo creía que jamás conseguiría unir y que además dio salida a recordar viejas lecciones (cornflake girl) que nunca deben de ser olvidadas.


Y por último, el 2010 me ha dado un lugar nuevo donde expandir el cuerpo y la mente (maniac) y la esperanza de que aun queda algo de mi misma, entre tanto año de locura (year of silence).



Mejor canción del 2010: Lady Gaga ft Beyoncé – “Telephone”



Mención MUY ESPECIAL a Florence + the Machine y su “Dog days are over” porque, en complemento con “Telephone”, ha podido sacar lo mejor de mi misma; aunque no ha llegado tan alto.

Grandes descubrimientos: Goldfrapp, Florence + the Machina, Roisin Murphy, Mattafix y Crystal Castles
Lo mejor visto: “Origen” de Christopher Nolan
El mejor nuevo sabor: berenjenas a la miel

Porque el año que viene sea más y mejor.




jueves, 16 de diciembre de 2010

Ya era hora, ¡coño!

Y es que desde la amada Florence + The Machine yo no descubría nada nuevo... y lo que es peor ¡¡nada nuevo en cuanto a electrónica se refiere!!

Y no hay cambios... y la música toda me suena igual... y todo es la misma mierda de siempre, que suena en las mismas emisoras. Y te metes en un círculo en el que te da pereza encender tu mp3 porque no hay nada nuevo que descubrir. No hay música nueva, con recuerdos nuevos que explorar.

Hasta hoy...

Me llamó la atención la portada y una colaboración que tienen con Robert Smith (el líder de The Cure). Son de Canadá. Están locos. Son electrónicos. Son duros. Son un chico y una chica. Son oscuros y luminosos a la vez. Son innovadores. Son sexys. Son desconocidos... pero sobretodo... SON NUEVOS.

2010 - Crystal Castles - Second Album

El primer disco de esta gente estaba hecho con los sonidos de las consolas de los 80. Y es que me recuerdan TAAAANTO a IAMX (los cuales vuelven a España el 29 de Abril ¡¡BIEEEEEN!!)
Y la canción con Robert Smith es absolutamente bestial.

Me ha sorprendido muy gratamente el comienzo del álbum: chillidos desconsolados, maldad absoluta para dejar paso mas tarde a Celestica, o lo que es lo mismo, la esperanza de algo nuevo que bailar, escuchar y cantar (momento en el que me recuerdan mucho a ese grupo que descubrí en primero de carrera llamado Lali Puna, de los que un día debería de hablar)

Y entonces llega Year of Silence a despertarnos del letargo. De esas canciones que reproduces constantemente porque una sola escucha te ha sabido a poco. Canon perfecto, rematado con arreglos a lo David Guetta mezclado con el Depeche Mode más oscuro. Para volverse loco, ¡vamos!

Y Vietnam... Y Pap Smear...
Mezclemos pues a Planet Funk con los graves que se meten en tus huesos, los sonidos a consola de Plaid, demos oscuridad típica de IAMX, dulzura a lo Lali Puna y renovación a lo Sigur Ros... Sí, son ellos.
La pena, que esta gente no suene en las discotecas mundiales.
La alegría, que yo los haya descubierto.
¿Y tu? ¿A qué esperas?






jueves, 9 de diciembre de 2010

Chicas trabajadoras


Lo mejor que pude hacer ayer fue ver “Armas de Mujer” (título original “Working girl”). Esta peli la vi en mi más tierna infancia, cuando teníamos Canal+ en la casa de la abuela y podíamos grabar películas con el vídeo.

En ella una Melanie Griffith subidita de peso (en relación a los figurines actuales de la gran pantalla) guapa, dulce y preciosa, ve como un día todo su futuro se desmorona. ¿Y qué hace? Pues arriesgar el todo por el todo.

La película se puede ver desde varios puntos de vista. Si pillas el mensaje de que uno en la vida debe de conseguir ser un tiburón de las finanzas, que eso de quedarte como secretaria, es lo peor de lo peor, la película no te gustará nada. Pero si en vez de verla con esos ojos, decides que lo que realmente te está contando es la historia de una chica que se ha sacado el título en la escuela nocturna, que vale mucho en su trabajo y que por el hecho de no haber estudiado en Harvard ya se le considera un ser inferior y que un día decide plantarse y “saltarse las reglas” para conseguir su objetivo profesional (aunque este sea convertirse en una tiburona), la película llega a gustarte bastante. Y si ya decides que lo que estás viendo es una película sobre una mujer que no se rinde ante nada, que aunque todo le sale mal, no para de luchar, se convierte en una de tus favoritas.

Completa el reparto principal un Harrison Ford muy bien elegido. Las partes cómicas de este personaje no tienen precio (“¿le apetece una última copa?”) Y si ya nos fijamos en la mala malísima Sigourney Weaver, haciendo de repija de la Quinta Avenida, que le va el papel como anillo al dedo; evidentemente puedes pasar un buen rato.

Pero, como pasa en estas películas, siempre hay un personaje que se le puede llegar a considerar “el diamante en bruto”. Es esa Cyn, la mejor amiga del personaje de Griffith, interpretada por Joan Cusack, la que llega hacer las delicias del espectador cuando aparece. Las sombras de ojos, el peinado ochentero y su “a veces, canto y bailo en ropa interior y eso no me convierte en Madonna. Jamás lo seré” hacen que cada vez que aparezca sepas que se avecina una escena memorable.

Y para terminar, siempre quedará esa canción “Let the river run” para escuchar en cualquier parte y que creo que nunca pasará de moda.



miércoles, 1 de diciembre de 2010

El pintalabios de Christy Turlington. Paso 2: Prueba Experimental

Comencé mi clase de yoga con los pulmones esperándome en la puerta. Creo que literalmente me dijeron “por hoy ya hemos tenido bastante, sigue tu. Cuando termines y pases por aquí, recógenos y nos vamos a casa.”

Y puedo entender que la gente al practicar Yoga necesite creer en algún Dios. No porque la gurú (de unos 40 y pico años, aspecto de lo más normal, más cerca de una madre que de una diosa de la flexibilidad) empiece a darte la charla de que con el yoga podemos llegar a estar más cerca de él (todo lo contrario); sino porque después de haber hecho 4 veces el saludo al Sol, estás más cerca de la muerte que de la vida y piensas que más vale que haya alguien esperándote en el otro lado y que pueda recogerte en brazos para cruzar las puertas del cielo, porque evidentemente tú, por tus propios medios, no vas a poder. Yo creo que hasta empecé a tener alucinaciones debido a lo oxigenado que llegas a tener el cuerpo con tanta respiración profunda.

Porque ante todo, en el yoga, lo que haces es respirar (y eso que, recordemos, yo me había dejado los pulmones en la puerta) Sin desvelar mucho el misterio diré que el yoga es un conjunto de posturas (o ansanas) que lo que hacen es estirar y desentumecer (si te dejas y haces caso a tu gurú cuando te dice “relaaaaaaaaax”) cada uno, repito… CADA UNO de los músculos de tu cuerpo.

Después de llevar en el cuerpo una clase de “medio pilates” y otra de flamenco (como era mi caso, de ahí que mis pulmones se negasen a una tercera sesión de ejercicio) y te dicen que hagas la asana del “zapatero o mariposa” y que deberías de tocar el suelo con la frente, te puedo asegurar que aunque no tengas nada de flexibilidad lo consigues, ya que tu cuerpo cae a plomo y te parece la postura más cómoda del mundo. ¡¡Pero si realmente no estás haciendo ningún esfuerzo!! Simplemente consiste en dejarte caer hacia adelante con las piernas ligeramente flexionadas.

Por último, desentumecida, estirada y muerta, llega el momento en el que te tapas con una manta (literal) y te acurrucas como un bebé. En ese momento comienza la meditación y relajación, donde debes de dejar tu mente en blanco. Yo, en vez de dejar mi mente al vacío, lo que hice fue suplicar porque mis pulmones siguiesen en su sitio y que nadie cogiese los míos por error a la salida. En cuanto a las piernas, ya era tarde, se habían desperdigado por la habitación o directamente, habían salido huyendo de la sala.

Pero bromas aparte, me gustó. Mi gurú (¡oh! ¡qué profesional queda!) no es una loca sectaria que quiere que empiece a creer en Dios, es una madre que lo que quiere es que te “aceptes a ti mismo y con tus limitaciones” y que cada movimiento que hagas en la vida sea “con mucho amoooooor, con mucho amoooooor”. Y por supuesto finalizó con La Palabra. Esa palabra mencionada tantas veces en los textos que hablan sobre el yoga. (Para los que lo estéis deseando durante la meditación sí que dijo lo del “ohmmmmm” pero no me refiero a ESA palabra) La Palabra…

Concretamente lo que dijo fue “y durante esta semana, vamos a ser felices. Vamos a dejar que la felicidad nos inunde, porque la felicidad es un sentimiento que se tiene si uno lo deja entrar”

No sé si desde ayer yo me noto más feliz pero lo que sí que me ha quedado claro es que estiramientos, bonitas palabras y un pintalabios de color nocilla-frambuesa son lo que el cuerpo necesita, al menos, para pasar un buen rato (y tener unas agujetas de morirse al día siguiente)

Sí... yo me uno... yo continuo. Yo recomiendo el yoga.